¡Argh! ¡Acaros del polvo! Los ácaros del polvo son criaturas microscópicas que sobreviven y prosperan en las escamas muertas de la piel humana. Les encantan los lugares oscuros, húmedos y cálidos. Lo crea o no, en todos los hogares hay colonias de ácaros del polvo. ¿Por qué no se ha dado cuenta? Porque tiene la suerte de no ser sensible o alérgico a los ácaros del polvo. Pero ese no es el caso de todas las personas que sufren alergia a los ácaros del polvo y sensibilidades graves a los ácaros del polvo.
¿Cuáles son los síntomas de la alergia a los ácaros del polvo? Los síntomas leves de la alergia a los ácaros del polvo incluyen estornudos, secreción nasal, picor de ojos, congestión nasal o goteo postnasal, tos. Tenga cuidado con los niños que se frotan la nariz con frecuencia hacia arriba, ya que puede ser un signo de alergia a los ácaros del polvo. Los síntomas graves de alergia pueden incluso contribuir al asma y pueden incluir dificultad para respirar y opresión en el pecho.
Pero no te preocupes, ¡los ácaros no muerden! Tienen prácticamente escamas de piel en casa para sobrevivir sin tener que morderte. Una cosa menos de la que preocuparse. Pero los alérgenos que liberan pueden provocar erupciones en la piel.
Por eso siempre es una buena idea mantenerlos bajo control. Hemos recopilado 14 formas fáciles, eficaces y naturales de controlar los ácaros del polvo.
Consejo #1: Bajar la temperatura y la humedad
La temperatura óptima para que los ácaros del polvo se den un festín oscila entre 66°F y 86°F. Todos los lugares con niveles de humedad entre 70% y 80% de tu casa serán como el paraíso para estos diminutos bichos. No es de extrañar que se encuentren principalmente en el lugar donde pasamos la mayor parte del tiempo: la cama.
Para reducir el impacto de los ácaros del polvo en su salud, será mejor que se esfuerce por reducir tanto la temperatura como los niveles de humedad. La ventilación de tu casa es importante. Deja que entre aire fresco, abre las ventanas mientras te bañas y mientras cocinas para que no suba el nivel de humedad. Utiliza un deshumidificador si vives en una zona húmeda.
Consejo #2: Limpiar el polvo con frecuencia
Pues todos viven en el polvo. De hecho, el polvo de las superficies duras no será su mejor lugar para sobrevivir y esforzarse, ya que lo que realmente necesitan es humedad y calor. Pero limpiar con frecuencia el polvo de todas las superficies que lo necesiten en casa te ayudará sin duda a tener a los ácaros bajo control. Hablando de quitar el polvo, aquí tienes varias reglas que debes seguir para que sea eficaz:
- Olvídate de la ropa seca y los plumeros. Pueden hacer que los ácaros del polvo se transmitan por el aire, lo que sin duda no es bueno para ti. Utiliza un paño húmedo en su lugar.
- Retire o reduzca todos los objetos que atraen el polvo, especialmente en el dormitorio. Reduzca los peluches si tiene niños, ya que son como un imán para el polvo. Lávelos regularmente con agua caliente o métalos en el congelador cada dos semanas durante unas 8 horas.
- Quite el polvo durante el día para que los ácaros del polvo del aire se asienten antes de la hora de dormir. Evite quitar el polvo antes de acostarse.
Consejo #3: Aspira suelos, alfombras, moquetas e incluso tus colchones
No aspires antes de acostarte. Dedícale al menos dos horas o, mejor aún, aspira siempre durante el día. No olvides aspirar todos los ventiladores de casa. Utiliza un aspirador con filtro HEPA. Es un filtro que puede atrapar pequeñas partículas en lugar de recircularlas de nuevo en el aire.
Aspira también los colchones. Esto ayudará a que se aireent mejor y reducir la humedad acumulada en el interior durante la noche. Cuanta menos humedad, menos ácaros.
Consejo #4: Reducir los textiles sintéticos para suelos
La mayoría de las alfombras y moquetas sintéticas no transpirables son el lugar perfecto para los ácaros del polvo y los alérgenos. Los suelos duros son la mejor opción (puedes aspirarlos, fregarlos y vaporizarlos) y así matar y limpiar todos los ácaros del polvo. No hay nada más acogedor que una cálida alfombra en invierno, sin embargo. Si eres amante de las alfombras, apuesta por opciones resistentes a los ácaros. La lana es naturalmente resistente a los ácaros. Además, alfombras y moquetas de lana no sólo repelerá los ácaros del polvo, sino que también atrapará los COV tóxicos en su hogar. Elegir alfombras más pequeñas también le ayudará en la lucha contra los ácaros, ya que podrá lavarlas fácilmente.
Consejo #5: Añade unas gotas de aceite de eucalipto a la colada
No puede equivocarse con el eucalipto. Esta planta mágica convertirá sin duda su hogar en una agradable isla aromática, ¡pero también le ayudará a vencer a los ácaros del polvo! Incluso puedes utilizarlo en la colada, así que no dudes en añadir una gota de aceite esencial de eucalipto cuando laves la ropa de cama. Un estudio realizado por la Universidad de Sydney, Australia, afirma que añadiendo aceite de eucalipto a tu colada eliminarás 99% de los ácaros del polvo de la ropa de cama.
Consejo #6: Tome el sol en su ropa de cama
Ya sabes que a tus prendas de lana les encantaría recibir la luz del sol. Pues lo mismo ocurre con el resto de la ropa de cama (de lana o no): sábanas, fundas de almohada, edredones, fundas nórdicas, fundas de almohada, colchones y toppers. Una vez al mes, deje la ropa de cama al sol durante una o dos horas, o incluso más. La luz solar matará no sólo a los ácaros del polvo, sino también a todas las demás bacterias que se han ido acumulando en ellas con el tiempo.
Consejo #7: Dale un poco de calor
El lavado en caliente es imprescindible, sobre todo si eres alérgico o sensible a los ácaros del polvo. La secadora caliente y el planchado de la ropa de cama y de toda la ropa blanca también te ayudarán a controlar y reducir los ácaros del polvo. Limpia las alfombras con vapor.
Consejo #8: Utiliza fundas lavables para tus colchones y ropa de cama
Tanto las fundas antiácaros como las fundas lavables normales te ayudarán a controlar los ácaros. Basta con colocar una funda protectora funda de colchón con cremallera o un protector de almohada. Ambos alarga la vida de tu ropa de cama y ser una barrera lavable entre tú y los ácaros. No olvides lavar regularmente las fundas. Incluso puedes llevar las protectores de almohada de vacaciones para poner sobre las almohadas del hotel. Por si acaso.
Consejo #9: Deja la cama sin hacer
Según un estudio publicado en el Journal of Experimental and Applied Acarology, dejar la cama sin hacer durante el día da a los colchones y la ropa de cama la oportunidad de respirar, lo que se traduce en menos ácaros del polvo. Así que no olvides dejar el colchón, las almohadas y las fundas nórdicas sin sábanas ni fundas durante una o dos horas al menos una vez al mes para que puedan airear la humedad acumulada. No tengas prisa por hacer la cama cada mañana. Dejarla sin hacer durante los rituales matutinos y la hora del café también ayudará a que se airee mejor.
Consejo #10: La próxima vez que compres ropa de cama, asegúrate de que sea de lana repelente de ácaros.
El mayor enemigo de los ácaros es la lana. No soportan la lanolina. La estructura de las fibras de lana es cualquier cosa menos acogedora para los ácaros del polvo. La lana tiene la capacidad de absorber la humedad y, por lo tanto, crea un entorno seco y fresco que resulta hostil para los ácaros del polvo. Por eso la ropa de cama de lana es mejor opción que cualquier otro tipo de ropa de cama, especialmente cuando se trata de la protección contra los ácaros del polvo.
Consejo #11: Asee regularmente a las mascotas en el exterior y manténgalas fuera de la cama.
Vale, ¡tenemos que aceptarlo! Por mucho que queramos a nuestras mascotas, es mejor que se mantengan alejadas de nuestras camas y sofás si somos sensibles a los ácaros del polvo. La razón es que la caspa que desprenden se suma al generoso suministro de alimento que los ácaros necesitan para alimentarse. Asear a su mascota con regularidad reducirá la muda. Si lo hace al aire libre, reducirá la cantidad de escamas en el interior. Asegúrate de utilizar una cama para mascotas con funda lavable, tejidos y relleno que repelan los ácaros del polvo. Lave la cama para mascotas Cubrirlas por separado y asolearlas con regularidad.
Consejo #12: Utilice una fregona húmeda
Una mopa seca puede que sólo levante el polvo, mientras que una mopa húmeda puede capturarlo con mayor eficacia. Utiliza agua para humedecer la fregona o el paño, pero también puedes usar un espray de limpieza adecuado para superficies específicas.
Es importante no pasar la fregona o el paño con demasiada fuerza, ya que puede hacer que el polvo se disperse en el aire. En su lugar, trabaje sistemáticamente y evite limpiar las superficies una vez que la fregona o el paño estén sucios.
Si es posible, saque el cabezal de la fregona o el paño al exterior para sacudir el polvo, o añádalo directamente a la colada. Hazlo con precaución para evitar que el polvo vuelva a salir al aire dentro de casa.
Consejo #13: Reducir el desorden
Cuando tienes demasiadas cosas amontonadas, el polvo se acumula en los rincones y grietas de tus posesiones, proporcionando el caldo de cultivo perfecto para los molestos ácaros del polvo.
Si desordenas y organizas tus pertenencias, podrás deshacerte de estos escondites y reducir la cantidad de polvo y alérgenos. Esto no solo facilitará la limpieza, sino que también mejorará la calidad del aire de tu hogar.
Cuando hay menos desorden, el aire puede circular más libremente, lo que ayuda a evitar la acumulación de humedad que tanto gusta a los ácaros del polvo. Te sorprenderá lo fresca y limpia que se siente tu casa cuando reduces el desorden.
Consejo #14: Congelación
La ultracongelación consiste en exponer los artículos a temperaturas de -20 °C o inferiores durante al menos 72 horas. El proceso mata a los ácaros deshidratándolos y rompiendo sus células. Es una forma segura y sin productos químicos de deshacerse de los ácaros, por lo que es ideal para las personas sensibles a los productos químicos agresivos o las que sufren problemas respiratorios.
Puedes congelar varios objetos de tu casa, como ropa de cama, prendas de vestir, peluches e incluso libros. Basta con meterlos en una bolsa de plástico con cierre hermético y meterlos en el congelador durante al menos 72 horas. Una vez congelados, sácalos de la bolsa y déjalos a temperatura ambiente antes de volver a utilizarlos.
Por desgracia, la lana no siempre es una solución. Soy una tejedora ávida con una gran colección de jerséis tejidos a mano y leí este artículo con la esperanza de encontrar mejores formas de reducir la población de ácaros del polvo que crece en mis prendas de punto. El agua caliente y el lavado frecuente no son opciones, y mi congelador no puede acomodar la enorme cantidad de suéteres. Pongo los jerséis secos en la secadora a la temperatura más alta para matar los ácaros y los guardo en bolsas de almacenamiento con cremallera gigantes y succiono el aire con una aspiradora de montón, pero sigo notando síntomas leves cuando me pongo las prendas después, sobre todo en interiores.
Los ácaros del polvo pueden ser un reto terrible y entendemos su lucha. Puede que la lana no los elimine todos, pero sigue siendo la mejor opción en comparación con cualquier material sintético que mantenga un ambiente húmedo.