Cuando arropa a sus hijos por la noche, lo hace pensando que están seguros y protegidos en su casa. Hay puertas cerradas y paredes sólidas entre ellos y las amenazas del exterior. Sin embargo, hay bastantes peligros que acechan dentro de tu casa. De hecho, las propias camas de los niños pueden ser una grave fuente de riesgos. Desde los retardadores de llama hasta los compuestos orgánicos volátiles, sus hijos están expuestos a una increíble variedad de peligros mientras duermen. Los colchones seguros para bebés y niños pueden reducir esos riesgos.
El peligro de los retardantes de llama
Por ley, todos los colchones que se venden en Estados Unidos deben ser ignífugos. El problema es que para que la ropa de cama sea resistente al fuego hay que utilizar sustancias químicas peligrosas. Según Informes del consumidor y la Comisión para la Seguridad de los Productos de Consumo, "los consumidores, especialmente las mujeres embarazadas y los niños pequeños, deben evitar los productos que contengan retardantes de llama organohalogenados (OFR), una clase de sustancias químicas presentes en juguetes infantiles, colchones, muebles y carcasas de plástico de aparatos electrónicos".
El colchón medio de una cuna o cama infantil ha sido tratado con OFR para reducir el riesgo de incendio, pero estas sustancias químicas se han relacionado con una amplia gama de problemas de salud graves, entre los que se incluyen los siguientes:
- Déficits de aprendizaje
- Hiperactividad
- Cáncer
- Deterioro de la memoria
- Coeficiente intelectual reducido
- Trastornos inmunitarios
- Trastornos hormonales
- Trastornos del aparato reproductor
Los OFR se desprenden del material en el que se han añadido y acaban en el polvo, en la ropa del niño y en el aire. Dependiendo de su edad, los niños pasan entre 7 y 12 horas durmiendo. Los bebés pasan la mayor parte del día durmiendo en sus camas, e incluso los niños pequeños pasan muchas horas durmiendo. Durante ese tiempo, están inhalando estos compuestos peligrosos, que podrían estar causando graves daños a sus cuerpos y mentes en desarrollo.
Lamentablemente, a estas alturas los OFR llevan décadas utilizándose en ropa de cama infantil y otros productos. Además, aunque existe un movimiento para que se prohíba su uso, aún no ha tenido éxito y pueden pasar años hasta que finalmente se consigan resultados.
El peligro de los COV
Además de la aterradora posibilidad de exposición a los OFR, las camas infantiles convencionales también exponen a su hijo a compuestos orgánicos volátiles, o COV. Se emiten en forma de gases procedentes de la mayoría de los materiales sintéticos utilizados para la fabricación de muebles, incluidos colchones y ropa de cama. Algunos de ellos son productos químicos tóxicos utilizados en los procesos de fabricación, empleados como protectores y conservantes, aplicados para aumentar la durabilidad, y muchos otros.
Hoy en día, los COV están presentes en casi todo. Son especialmente famosos por su presencia en pinturas y adhesivos, pero también se encuentran en cosméticos, desodorantes y muebles, como los colchones.
La exposición a los COV puede tener consecuencias para la salud de su hijo a corto y largo plazo. El sitio Asociación Americana del Pulmónuna de las principales autoridades en salud pulmonar de EE.UU., informa de que "respirar COV puede irritar los ojos, la nariz y la garganta, puede causar dificultad para respirar y náuseas, y puede dañar el sistema nervioso central, así como otros órganos. Algunos COV pueden provocar cáncer".
Incluso el Agencia de Protección del Medio Ambiente se pronuncia en contra de los COV, señalando las consecuencias negativas para la salud de estas sustancias químicas, como irritación de ojos y garganta, reacciones alérgicas cutáneas, mareos, daños hepáticos y renales, etc.
Cómo proteger a sus hijos
Las camas infantiles convencionales esconden amenazas ocultas para la salud de sus hijos. Por suerte, hay formas de proteger a tus hijos y garantizarles el sueño reparador que necesitan para su salud y desarrollo. En el mercado existen colchones seguros para bebés. Una cosa importante que hay que recordar es que hay que evitar los materiales sintéticos.
La lana no libera compuestos orgánicos volátiles y, gracias al recubrimiento natural de lanolina, no se inflama y es el único material de cama que legalmente no requiere retardantes químicos de llama para resistir al fuego.
La ropa de cama de lana para niños elimina las amenazas ocultas que suponen tanto los OFR como los COV. La lana ofrece comodidad y durabilidad a la vez que proporciona a tu hijo el entorno seguro que necesita para crecer y prosperar, sin necesidad de protectores químicos.
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