Transición del verano al otoño con lana

El cambio del verano al otoño es más que solo el aire más fresco. Es ese momento en el que los árboles del parque comienzan a teñirse de dorado en silencio. Esa tranquila tarde en la que vuelves a sacar las botas de lluvia y las dejas junto a la puerta. Esa mañana en la que sabes que debes meter un paraguas en el bolso. El cambio en el interior es igual de real. Después de un verano de viajes, vuelves a tu casa y a tu habitación favorita. Esa primera noche en la que te das cuenta de que tiene que volver a ser acogedora, ya que la estación te invita a quedarte en casa y pasar más tiempo en la cama.

A medida que tu armario cambia con la temporada, tu dormitorio también podría necesitar un pequeño cambio otoñal. ¿Por qué no convertirlo en el lugar más acogedor de tu hogar? Con ropa de cama de lana natural, se vuelve cálido y saludable. Un lugar donde conciliar el sueño y permanecer dormido resulta fácil. Acogedor, transpirable y fresco. Piensa en ello como una forma de disfrutar de las noches de otoño, una capa de lana merina tras otra. ¡Y adivina qué! Con toda la lana que te rodea, no echarás de menos la naturaleza en absoluto. Simplemente se trasladará al interior para acompañarte en los días venideros. Al igual que los tarros de mermelada de manzana que has guardado de tu propio árbol, la lana conserva una parte del aire libre, lista para calentarte cuando los días se vuelvan fríos.

Renueve la ropa de cama de lana al sol antes del otoño

Antes de que el sol del verano se desvanezca por completo, aprovecha esas últimas tardes doradas para darle un poco de cariño a tu ropa de cama. La lana resiste de forma natural los ácaros del polvo y los olores, pero si quieres verla en todo su esplendor, déjala unas horas al aire libre y al sol. Te lo agradecerá más adelante.

Toma tu colchón de lana, cubrecolchón o edredón de lana y déjalo al sol durante un día. Un poco de sol reaviva las fibras. Las esponja y prepara tu ropa de cama para el otoño y el invierno. Es como un pequeño ritual de reinicio para tu dormitorio justo antes de que llegue el frío.

Cubre tu cama con mantas de lana para el otoño

El otoño llega lentamente. Las tardes aún conservan algo de calor, pero las noches ya tienen ese toque de frío que invita a ponerse un jersey. En lugar de lanzarte directamente a la ropa de cama gruesa de invierno, prueba a vestirte por capas. mantas de lana. Empieza con una manta ligera a los pies de la cama. Cuando las noches se vuelvan más frescas, añade una manta grande sobre las sábanas para obtener un poco más de calor.

La lana regula la temperatura a la perfección. Las mantas de lana te envuelven en una comodidad similar a la que se siente al tomar el primer sorbo de té caliente en una noche fría. De hecho, uno de los verdaderos superpoderes de la lana es ayudarte a mantener una temperatura corporal óptima. Te mantiene abrigado sin sobrecalentarte. También sigue siendo transpirable cuando las noches se vuelven más templadas. Ese equilibrio es muy importante en las estaciones intermedias, cuando el clima parece no decidirse.

Prepara tu edredón de lana para las acogedoras noches de otoño

Tu edredón de lana será tu mejor amigo cuando llegue el frío invernal, pero el comienzo del otoño es un buen momento para prepararlo. Sacúdele el polvo. Déjalo airearse al sol. Al final del día estará fresco y listo para arroparte cuando termine octubre. Por ahora, guárdalo en una bolsa de algodón transpirable y tenlo a mano para que, cuando lleguen las primeras noches heladas de noviembre, puedas sacarlo sin perder tiempo.

Este otoño, cambia la ropa de cama de lino por ropa de cama de lana merina.

El lino es el tejido clásico del verano. Ligero, aireado y fresco. Pero cuando llega el otoño, es hora de cambiarlo por ropa de cama de jersey de lana merina. Imagínate tu camiseta de merina favorita convertida en sábanas de lujo. Te abrazan con calidez sin dejar de transpirar, para que nunca pases calor. La suave elasticidad del jersey también le da a tu cama ese aspecto relajado y acogedor que recuerda a las tardes de otoño en el parque.

Añade comodidad extra con almohadas y ropa de cama de lana.

¿Quieres que tu dormitorio sea aún más acogedor? Entonces no te limites a las sábanas y mantas. Las almohadas de lana ofrecen una comodidad que te sostiene y, al mismo tiempo, absorben el exceso de calor y humedad. Añade almohadones, almohadas de lectura, cojines decorativos e incluso una almohada corporal. En lo que respecta a las almohadas, cuantas más, mejor.

Añadir un cojín del cabecero y convierte tu cama en el lugar perfecto para leer en las frescas tardes otoñales, mientras tu difusor de aceites esenciales favorito llena la habitación con un relajante aroma otoñal.

Sumérgete en la comodidad con las zapatillas de lana

Tu retiro otoñal no termina con la cama. Mantén la sensación acogedora cuando tus pies toquen el suelo. Zapatillas de lana Son transpirables y cálidos. Mantienen los dedos de los pies cómodos sin sobrecalentarlos. Perfectos para ir a la cocina a tomar un té por la noche o acurrucarse con un libro en las noches frías.

Tu dormitorio en lana, tu acogedor refugio otoñal

Preparar tu dormitorio para el otoño no significa empezar desde cero. Con un poco de cuidado, aireando los colchones y el edredón de lana, colocando mantas de lana, cambiando la ropa de cama de lino por ropa de cama de merino y apostando por texturas naturales, puedes crear un refugio que esté en perfecta sintonía con la estación. Piensa en ello como una forma de disfrutar de las tardes y noches de otoño. Al igual que el parque se tiñe de dorado en el exterior, tu hogar también puede cambiar con la estación. Conviértelo en un refugio en el que querrás quedarte más tiempo. Una capa de lana tras otra.

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