Los disruptores hormonales ocultos dentro de tu colchón

chica en la cama con almohada

En el mundo actual, se utilizan más de 100 000 sustancias químicas, pero solo una pequeña parte de ellas ha sido sometida a pruebas adecuadas para determinar sus posibles efectos sobre la salud humana. Sorprendentemente, los colchones convencionales suelen contener sustancias químicas no declaradas, lo que los convierte en una fuente notable de exposición química diaria que puede afectar a nuestro bienestar y metabolismo. Dado que pasamos un tercio de nuestra vida en la cama, comprender su composición es esencial para promover un estilo de vida más saludable, ya que algunas de las sustancias químicas más peligrosas de los colchones pueden actuar como disruptores endocrinos que dañan el sistema hormonal.

¿Qué son los disruptores hormonales?

¿Qué es exactamente un disruptor endocrino? Es una sustancia que imita o obstaculiza el sistema endocrino del cuerpo, responsable de regular las hormonas. Estos disruptores están presentes en numerosos productos, desde envases de plástico hasta artículos de cuidado personal, y se han asociado con problemas relacionados con el sistema inmunológico, el cerebro, el sistema reproductivo y complicaciones en el desarrollo de los niños.

Las personas suelen estar expuestas a múltiples disruptores endocrinos en su vida cotidiana, lo que dificulta a los investigadores determinar el impacto específico que cada uno tiene en la salud humana.

¿Hay disruptores hormonales en mi colchón?

Sí, te sorprenderá la cantidad de sustancias químicas que contienen los colchones convencionales. Si tu colchón está fabricado con espuma viscoelástica, espuma de poliuretano o látex sintético, es probable que estés en contacto directo con sustancias nocivas.

La etiqueta de un colchón tradicional puede proclamar con orgullo que está fabricado íntegramente con espuma viscoelástica, pero convenientemente pasa por alto las toxinas y sustancias químicas peligrosas que forman parte de la producción de la espuma viscoelástica.

En un examen de laboratorio independiente realizado de acuerdo con las normas ASTM (Sociedad Americana para Pruebas y Materiales) y el Protocolo ETV de la EPA (Agencia de Protección Ambiental), se descubrió que un solo colchón de espuma viscoelástica comprado a una empresa de renombre emitía la asombrosa cantidad de 61 compuestos orgánicos volátiles (COV). Se trata de una larga lista de sustancias químicas peligrosas, potencialmente nocivas y sin testar que, sin saberlo, se absorben a través de la piel, la boca, los ojos y la nariz tanto de día como de noche.

Algunos de los disruptores endocrinos más comunes son los compuestos orgánicos volátiles (COV) y los retardantes de llama. En este artículo, los dividiremos en dos categorías, aunque se solapan en cuanto a propiedades químicas y comportamiento, e intentaremos enumerar y explicar los peligros de los más destacados.

Los COV alteran tus hormonas y dañan tu salud

Los compuestos orgánicos volátiles (COV) son emisiones gaseosas procedentes de sólidos o líquidos, presentes en productos que van desde desodorantes y pinturas hasta colchones. Los COV se vaporizan fácilmente a temperatura ambiente y contienen al menos un átomo de carbono, lo que los convierte en “orgánicos”.”

Algunos COV tienen olores perceptibles, similares a los cítricos, el aceite, la gasolina o incluso el pescado. Los COV contribuyen a los reconocibles aromas de “colchón nuevo” o “coche nuevo”, pero persisten e incluso se intensifican con la exposición al calor.

Estos productos químicos son perjudiciales para el cuerpo humano y causan una amplia gama de alteraciones, siendo la alteración hormonal uno de los principales efectos secundarios.

espuma viscoelástica interior

Los ftalatos dañan a jóvenes y mayores

Es importante reconocer que sigue habiendo incertidumbre sobre los efectos exactos de los ftalatos en la salud humana. Si bien la mayor parte de las pruebas sobre los efectos nocivos de los ftalatos provienen de estudios con animales, su impacto en los seres humanos como disruptores hormonales es menos claro. Además, aún se desconoce el nivel de exposición a los ftalatos que se considera perjudicial.

Sin embargo, según investigaciones realizadas en animales y observaciones en seres humanos, se sospecha que la exposición a los ftalatos, especialmente durante el embarazo o la infancia, podría provocar diversos problemas de salud en los niños, como defectos genitales, problemas de comportamiento, inflamación y otras afecciones. En los adultos, la exposición a los ftalatos se asocia con problemas reproductivos como la pubertad precoz en las niñas, daños en el esperma en los hombres, trastornos tiroideos y síntomas de la menopausia como sofocos.

Se sabe que los ftalatos alteran el equilibrio hormonal del cuerpo, lo que puede provocar desequilibrios hormonales. Los ftalatos pueden interferir con los receptores de estrógeno, lo que puede provocar un desarrollo precoz de las mamas, problemas de ovulación y afecciones como la endometriosis, que está influenciada por el estrógeno.

Algunos estudios sugieren que los metabolitos de los ftalatos pueden reducir los niveles de testosterona en las mujeres, lo que provoca una disminución de la libido y debilidad muscular. Además, las investigaciones indican una posible relación entre la exposición a los ftalatos y los trastornos del sueño durante la menopausia, aunque se necesitan más investigaciones para confirmar esta conexión.

El formaldehído es especialmente nocivo para las mujeres embarazadas.

Algunos colchones de espuma viscoelástica pueden contener una serie de productos químicos industriales pesados, entre ellos el formaldehído. Utilizado como adhesivo en los colchones, el formaldehído sirve como conservante. Puede irritar la nariz, la garganta y la piel, y puede aumentar la probabilidad de sufrir tos y sibilancias, tal y como indica el EPA. Sin embargo, esta sustancia química tóxica puede tener efectos mucho más graves en el cuerpo humano, especialmente en las mujeres embarazadas.

En un estudio, un resumen exhaustivo de las investigaciones sobre cómo afecta el formaldehído a la reproducción y el desarrollo humanos sugiere que la exposición al formaldehído puede aumentar el riesgo de problemas como abortos espontáneos y otras complicaciones durante el embarazo. Los resultados de estudios con animales también respaldan esta hipótesis, ya que demuestran que la exposición al formaldehído puede provocar problemas reproductivos y de desarrollo en diferentes especies debido a su función como disruptor hormonal.

zapatillas de bebé sobre el vientre embarazado

Aunque aún queda mucho por aprender sobre cómo afecta el formaldehído a la reproducción, basándonos en lo que se sabe hasta ahora, está claro que la exposición al formaldehído podría ser perjudicial para la salud humana, ya que atravesar la placenta humana y altera las funciones hormonales dentro del útero. Por ello, es especialmente perjudicial para las mujeres embarazadas o que planean quedarse embarazadas, así como para los niños pequeños, que son más vulnerables a sus efectos.

Los PFAS afectan a tus hormonas

Las PFAS, o sustancias perfluoroalquílicas y polifluoroalquílicas, son un grupo de sustancias químicas artificiales que se utilizan en diversos productos por sus propiedades resistentes al agua y a las manchas. Se encuentran en colchones, a menudo en forma de PFC (sustancias químicas perfluoradas), que son un subconjunto de las PFAS.

En cuanto a los efectos sobre la salud relacionados con las hormonas humanas, los PFAS han sido relacionado con la alteración endocrina. Estas sustancias químicas pueden interferir en la producción, regulación y función de las hormonas en el organismo, lo que puede provocar diversos problemas de salud.

En concreto, la exposición a los PFAS se ha asociado con alteraciones en los niveles de hormonas tiroideas, que desempeñan un papel crucial en la regulación del metabolismo, el crecimiento y el desarrollo. Además, la exposición a los PFAS se ha relacionado con alteraciones en los niveles de hormonas sexuales, lo que podría afectar a la salud y el desarrollo reproductivos.

Los retardantes de llama son conocidos disruptores hormonales.

En respuesta a las muertes por incendios relacionadas con fumar en la cama, los legisladores estadounidenses exigieron el uso de colchones resistentes al fuego. Los fabricantes lograron cumplir con la normativa tratando los materiales con retardantes de llama o utilizando barreras ignífugas no combustibles.

La alta inflamabilidad de la espuma de poliuretano llevó a tratarla con productos químicos como ácido bórico, antimonio o retardantes de llama halogenados. Desde la introducción de esta normativa en 1973, los incendios de colchones disminuyeron, pero persisten las preocupaciones sobre el impacto de estos productos químicos en la salud, especialmente en el sistema endocrino.

Peligroso para tu tiroides

Investigadores descubrió que las mujeres que tenían los niveles más altos de retardantes de llama en la sangre eran más propensas a tener problemas de tiroides, especialmente después de la menopausia. Concretamente, las mujeres con niveles más altos de ciertos retardantes de llama, como el PBDE, eran más propensas a tener problemas de tiroides en comparación con aquellas con niveles más bajos.

Esta conexión era aún más fuerte en mujeres posmenopáusicas, en las que estos disruptores hormonales pueden tener mayor potencia.

Mujer cansada en la cama

Desequilibrio hormonal y problemas cardíacos

Phillip Kopf, doctor y profesor adjunto de la Universidad Midwestern en Downers Grove, Illinois, y su equipo llevaron a cabo un estudio para comprender cómo los PBDE afectan a una hormona llamada aldosterona. La aldosterona es fundamental para regular el equilibrio de sal y agua en el organismo y ayuda a estabilizar la presión arterial al actuar sobre los riñones.

Los investigadores expusieron células suprarrenales humanas a diferentes dosis de un retardante de llama PBDE común en placas de laboratorio y compararon los efectos con los de las células expuestas únicamente a una sustancia inactiva utilizada para administrar el producto químico. Aunque las dosis de PBDE utilizadas en el estudio eran superiores a las que se encuentran normalmente en la sangre humana, se sabe que se acumulan en la glándula suprarrenal, donde sus concentraciones son más elevadas. Además, la duración de la exposición en el estudio fue mucho más corta que la exposición en la vida real, ya que solo duró tres días.

Las células expuestas a los PBDE mostraron un aumento en la secreción de aldosterona, lo que podría provocar niveles elevados de esta hormona en la sangre. Investigaciones previas han relacionado los niveles elevados de aldosterona con la hipertensión arterial, la formación de coágulos sanguíneos, el engrosamiento del músculo cardíaco y la insuficiencia cardíaca congestiva.

Imita al estrógeno y causa problemas hormonales.

Investigadores del Institutos Nacionales de Salud (NIH) han utilizado técnicas avanzadas de imagen para comprender cómo ciertos retardantes de llama, conocidos como retardantes de llama bromados (BFR), pueden imitar las hormonas estrógenas en el organismo y alterar potencialmente el sistema endocrino. Los BFR son sustancias químicas que se añaden a los materiales para ralentizar o prevenir los incendios.

Su estudio, dirigido por la Dra. Linda Birnbaum del NIH, se centró en un BFR ampliamente utilizado llamado tetrabromobisfenol A (TBBPA). Descubrieron que el TBBPA puede unirse a las proteínas del cuerpo de forma similar al estrógeno natural, lo que puede afectar al equilibrio hormonal y provocar problemas de salud.

Esta investigación es importante porque la alteración del sistema endocrino puede afectar a diversas funciones corporales, como el crecimiento, la reproducción y la respuesta al estrés. Los retardantes de llama como el TBBPA se encuentran en muchos productos de consumo, como aparatos electrónicos, muebles y colchones, y pueden persistir en el medio ambiente, exponiendo a las personas a diversas fuentes, como el polvo y los alimentos.

Mediante cristalografía de rayos X, los investigadores crearon modelos tridimensionales que muestran cómo el TBBPA se une a las proteínas del organismo. Esta técnica les permite observar las interacciones a nivel atómico entre los retardantes de llama y las enzimas del organismo. Sus hallazgos ponen de relieve los posibles riesgos para la salud asociados a la exposición a los retardantes de llama y su papel como disruptores hormonales.

¿Es la lana natural la solución?

La espuma de poliuretano y otras sustancias sintéticas se fabrican para reproducir las cualidades inherentes de materiales orgánicos como la lana, que ha evolucionado a lo largo de millones de años y ha sido utilizada de forma fiable por los seres humanos durante milenios. Lana totalmente natural No necesita productos químicos, retardantes de llama, aditivos ni procesos pesados. Es un producto final completo procedente de la naturaleza que proporciona comodidad, salud y sostenibilidad.

hogar de colchón de lana con cremallera abierta

La lana es naturalmente resistente al fuego.

La lana posee propiedades naturales resistentes al fuego debido a su composición única. Su alto contenido en agua ayuda a disipar el calor y ralentizar la combustión. La estructura proteica de las fibras de lana resiste la ignición al carbonizarse y formar una capa protectora cuando se expone al calor.

Además, la estructura densa y compleja de la lana limita el flujo de oxígeno, que es esencial para la combustión, lo que impide que el fuego se mantenga. Los compuestos naturales como la lanolina presentes en la lana liberan gases que impiden la formación de llamas, lo que mejora aún más sus cualidades ignífugas.

Debido a estas propiedades inherentes, la legislación estadounidense no exige que los colchones de lana incorporen retardantes químicos del fuego. Las características distintivas de la lana le permiten cumplir las normas de inflamabilidad establecidas en reglamentos como 16 CFR 1633 y 16 CFR 1632 sin necesidad de añadir productos químicos adicionales.

Esta exención reconoce que las propiedades naturales de la lana proporcionan una resistencia eficaz al fuego, lo que elimina la necesidad de tratamientos químicos adicionales. La lana no contiene disruptores hormonales.

La lana certificada no contiene COV.

Home of Wool colchones de lana natural No contienen productos químicos, colorantes, blanqueadores ni retardantes de llama. No emiten compuestos orgánicos volátiles (COV) y son totalmente seguros para personas de todas las edades, incluidos los recién nacidos.

Nuestros colchones no contienen toxinas nocivas que puedan afectar negativamente a la salud o alterar los patrones de sueño. Al ofrecer un entorno seguro que favorece un sueño profundo y reparador, nuestros colchones de lana con certificación GOTS y Oeko-Tex proporcionan tranquilidad y promueven el bienestar general sin temor a los disruptores hormonales.

Regulación perfecta de la temperatura, higiene y comodidad.

Gracias a su estructura fibrosa única, la lana ofrece una transpirabilidad excepcional, lo que garantiza una comodidad sin igual. Te mantiene fresco en verano y cálido en invierno, facilitando un sueño reparador durante todo el año. Con la lana, puedes controlar la temperatura corporal, minimizando los sudores nocturnos y las interrupciones del sueño.

Su transpirabilidad evita la acumulación de calor, lo que permite que tu cuerpo descanse cómodamente dentro de un rango de temperatura saludable. No hay necesidad de añadir aditivos tóxicos que puedan contener disruptores hormonales, ya que la lana tiene todas las propiedades naturales necesarias para proporcionarte un sueño cómodo e higiénico.

casa de colchón de lana sobre suelo de madera

Los colchones de lana favorecen posturas saludables durante el sueño, ya que distribuyen uniformemente el peso corporal y alivian los puntos de presión, el dolor articular y las molestias musculares. A diferencia de otros materiales, las fibras elásticas de la lana proporcionan un soporte óptimo sin comprometer la salud de las articulaciones y la espalda, lo que ofrece una base cómoda para un sueño reparador.

En Home of Wool, damos prioridad a la transparencia en cuanto al contenido y el origen de nuestros productos. Utilizamos exclusivamente materiales puros y naturales de la mejor calidad, sin comprometer su salud ni la calidad de su sueño. Nuestra lana está certificada por GOTS y procede de pequeñas granjas locales conocidas por sus prácticas humanitarias.

logotipo de la casa de la lana